VIRTUD
Yo ( hombre ) miré a esa mujer y me sentí sumamente atraído por ella. ¿ Qué me pasa ?
Esto no me pasa con cualquier mujer, ni tampoco me sucede con frecuencia, es una entre mil, que de solo verla me estremece.
¿ Será la química ?
¿ Será mi destino ?
¿ Será que inconscientemente la relaciono con alguien más, a quien yo quiero o quisiera ?
¡ No puede ser mi destino ! pues yo soy fiel a mi esposa a quien amo y solo es una tentación.
Mi amigo me decía : El hecho de verla y que te gustara, ya le fuiste infiel a tu esposa.
( Yo ) ¡ NO ! Una cosa es sentir y otra cosa consentir.
Acepto que Dios la ha hecho muy hermosa, pero yo la puedo ver como una flor en el camino, no voy a ir a olerla, ni a quitarle los pétalos, ni mucho menos arrancarla, la puedo ver como una hermana hermosa o amiga.
( Amigo ) ¡ Serás muy dueño de ti mismo !
( Yo ) Si la busco para entablar una amistad con ella, pienso que es ponerme en la tentación, estaría faltando a mi integridad como hijo de Dios y pudiera ofender los sentimientos de mi esposa.
Si hubiera una situación forzada de relación amistosa, por ejemplo : Que me tocara de compañera de trabajo o de a alguna labor social, tendría yo que estar muy al pendiente de mis emociones y mi conducta.
Si me doy cuenta que fácilmente me controlo
¡ No hay problema ! Pero si me empiezo a emocionar cada día más
¡ Entonces tengo que ser muy honesto con migo mismo !
y no dar rienda suelta a esa pasión desordenada, para no caer en tentación.
( Amigo ) y si caes en tentación
¿ Cuál es el problema ?
Tu esposa no se enteraría.
( Yo ) El problema principal no es con ella, es con Dios y conmigo mismo, además, las mujeres tienen un sexto sentido que fácil sospechan una infidelidad.
( Amigo ) ¡ No todas !
( Yo ) Yo quiero ser íntegro en mis convicciones y a veces cuesta trabajo, pero al final queda un sabor de gozo espiritual de haber triunfado sobre la tentación y un alto valor de auto- estima como hijo de Dios, además de la paz interior que me deja ¡ Así soy yo !
El amigo con esta plática inició una reflexión que lo hizo cambiar, al ver el hueco en su corazón de insatisfacciones.
Pasó esa mujer cerca de mí y me sonrió, yo correspondí su sonrisa, pero no hubo más, ni me buscó, ni la busqué, solo fue una hermosa flor que cruzó mi camino…