
¡ Papi, Papi ! ¿ Me das un dulce ? Le decía su hija de cuatro años.
¡ Papi, Papi ! Dame una vuelta, volando.
Su papá era para la niña lo máximo y el papá se mostraba feliz por tenerla.
Un día le preguntó su hija ¿ Tú eres Dios ?
¡ No ! Dios es mucho mas grande que yo.
¿ Llega hasta el techo ?
¡ Ho ! Jaja , mucho más grande, no lo vemos pero a ti, a Mamá y a mi ¿ Nos quiere mucho !
Papi, le voy a pedir a Dios un hermanito para que también lo quiera mucho y juegue conmigo.
El papá se quedó pensando y solo le sonrió.
A su esposa Tere, le gustaban los niños y también quería más hijos, pero el se detenía por su situación económica.
Tere y Él, un día se pusieron a dialogar mas a fondo :
Juan ¿ Porqué no esperamos otro bebé ?
Tere, ya sabes, no hay dinero y en mi trabajo me siento inseguro de conservarlo.
( Tere ) Mira Juan, debemos de confiar en la providencia de Dios, pues son mas hijos de ÉL que de nosotros y si recibimos otro hijo en su nombre, es como recibirlo a ÉL.
( Juan ) Ya sé que son más hijos de ÉL pero ¿ Cómo lo queremos recibir ?
( Tere ) o sea, ¿ que en vez del amor, el dinero es lo que manda ?
( Juan ) No, pero debemos tener los hijos que podamos mantener y educar.
( Tere ) ¿ Cuál es el mínimo de dinero para esperarlo ?
( Juan ) No podría decirte, pues todavía debo un poco del crédito del auto.
( Tere ) Yo creo que hace más el que quiere, que el que puede, ahí está la joven que nos ayuda a la limpieza de la casa y ya tiene tres hijos.
( Juan ) Sí pero ve que calidad de vida tienen, muchas carencias.
( Tere ) Pues yo veo que su esposo y ella se quieren mucho y los niños se ven felices jugando todo el día.
( Juan ) ¿ Estarías dispuesta a irnos a vivir a un departamento, en vez de esta casa ?
( Tere ) Sí, no me importa.
( Juan ) ¿ Estarías dispuesta a que no tuviéramos sala y recibir a los parientes en el comedor ?
( Tere ) Sí, lo acepto.
( Juan ) Solo así me animaría a otro hijo .
( Tere ) ¿ Cuando nos cambiamos ?
( Juan ) ¡ Ho ! ¡ Eres muy decidida ! Está bien, acepto otro hijo .
( Tere ) ¡ Yupiii ! Saltó de alegría, abrazó y besó a su esposo y comenzaron juntos a planear su futuro.
Cuando Tere salió esperando, fueron a festejar con una comida a un restaurante y Tere le decía a Juan : ¿ Ya ves ? Solo es romper paradigmas para dar vida.
Al darle la noticia a su niña, ella dijo : Sabía que Dios es tan bueno, que me daría otro hermanito …
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