
¡ Quiero estar solo !
Avisó a sus padres de su viaje, salió de su casa, tomó el autobús y se dirigió al mar.
Llegó a un pueblito en la madrugada, rentó una lancha y se fue a la pequeña isla, que estaba enfrente de la playa, llegó y la escaló.
El sol ya había comenzado a salir, vió desde arriba, un amanecer muy hermoso, lo contempló, lo disfrutó y suspiró.
Estaba en paz, sin que nadie lo distrajera, estaba sentado en actitud contemplativa.
¿ Qué buscaba ese joven en la soledad ? ¿ por qué quería estar solo ?
Únicamente había sentido, que la vida cotidiana, envuelta en las obligaciones, las prisas y el ruido de la ciudad, lo aturdían y no le permitían vivir, una vida armónica, interiormente.
Necesitaba paz y tranquilidad, para evaluar las cosas que vivía, más pausadamente y tomarlas con calma, desde otro punto de vista más trascendental…
se preguntaba:
¿ Qué busco en la vida ?,
¿ voy bien, conforme a lo que estoy llamado a ser ?
¿ he sido coherente con lo que soy, lo que pienso, lo que hago y lo que creo ?
¿ cómo me he portado con mis padres, mis hermanos, y mis familiares ?
¿ He sido mediocre en mi forma de ser o me faltará superarme y darlo todo ?
¿ cuáles han sido mis errores ?
¿ Qué cualidades pienso que tengo y no he podido desarrollar ?
¿ Cuáles van a ser mis objetivos en este año que empieza ?
¿ qué voy a hacer de mi vida ?
¿ Eso será lo mejor conforme a la verdad ?
A este joven, le gustaba meditar las cosas.
Tenía sangre de conquistador, buscaba en su interior, conquistarse a sí mismo.
Sabía que en la medida que se conquistara a si mismo, podía conquistar a los demás.
subiría a la cima de su Yo Perfecto, “conforme a la verdad “, para poder vivir con mayor claridad.
Así podría comprender y ayudar, más y mejor a su prójimo.
Quería conquistar a los demás, pero no para su servicio, sino para ayudarlos a subir a la cima, de la verdadera felicidad.
EI sabía, que para llegar a la cima, había un solo camino, la búsqueda de la verdad y ser uno con ella en el amor…
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