FE Y ESPERANZA EN JESUCRISTO

 

Un ángel, espíritu puro

¡ Qué hermosura !

Está impregnado del amor de Dios y está a su servicio.

¿ Qué órdenes puede recibir este enviado ?

Muchas y variadas.

Lo importante es que es un instrumento para que Dios siga fomentando el reino de los cielos.

¿ Qué hay en el cielo ?

Solo Jesucristo que bajó del cielo nos dice :

Nadie ha visto, oído, ni imaginado, lo que les espera.

Les prepararé un lugar en el cielo, Para que donde esté yo, estén mis servidores.

Yo ( Carlos ) aquí en la tierra, he conocido lugares increíbles, lagos, ríos, el mar, cascadas, valles bosques, animales muy bonitos y diversos, ecosistemas, atardeceres muy hermosos, prados de flores.

He conocido personas muy agradables y diferentes unas de otras, en sus costumbres, sus viviendas, sus vestimentas, arreglos personales y tradiciones exclusivas.

También he conocido una variedad impresionante de minerales, piedras preciosas.

He tenido aventuras y experiencias que me han llenado de alegría.

¿ Cuánto más será lo que está reservado como premio, para los que son salvados por Jesús por creer en Él y hacer su voluntad ?

Dios te espera con toda su riqueza y esplendor, facilitándote el camino con el ángel de la guarda que te designó, desde antes que nacieras.

¡ Pero no lo veo !

No lo ves porque es espíritu puro, pero él te cuida, te aconseja, te acompaña y te facilita el camino, intercede por ti.

Por revelación divina sabemos que ahí está para ayudarnos a ir al cielo.

Cuando el enemigo te ataca, él te defiende y te aconseja.

Rézale y verás resultados positivos.

Si el cielo no existiera, si tu ángel no existiera, entonces estaríamos condenados a vivir solo un tiempo y para este mundo corrompido, con todas las frustraciones de autorrealización, con una visión miope, solo buscaríamos dinero, poder, placeres que se acaban y terminaríamos cansados de la vida, sin saber que más hacer para satisfacernos a nosotros mismos, para suavizar ese dolor que presenta la muerte.

En cambio, Dios que nos hizo por amor, nos llama con su presencia visible en Jesucristo que nos dice :

¡ ven y sígueme !

Yo soy el camino, la verdad y la vida, el que cree en mí y me sigue, yo le daré la vida eterna, le prepararé un lugar en el cielo, donde ya no habrá sufrimiento, ni pena, donde reinará el amor verdadero…