
Pastoreaba su rebaño, entre valles y montecillos.
Se sentó en una enorme roca, a la sobra de un frondoso árbol y al mirar a su rebaño, se decía:
Mis ovejas me siguen, porque me conocen.
Yo las conozco a cada una de ellas y les hablo por su nombre, Saben quién soy.
Su instinto las hace comer pasto y se ponen gordas, pero sé que por verlas gordas y sanas físicamente, no equivale, a que así estén en su espíritu, pues algunas llegan llorando y yo las consuelo, las ayudo a ser mejores, para que en verdad sean felices, según la voluntad de Dios…
Sin embargo, hay ovejas que no me siguen, y las busco para que no se pierdan.
Las que no me siguen, es muy fácil que se pierdan, pues yo conozco bien los lugares y ellas no.
Lo que les pido, es que tengan Fe en mí y hagan lo que yo les digo, para su propio bien y felicidad eterna.
Las que no quieren tener Fe en mí, se van, y voy en busca de ellas, pero las que se resisten a volver, son atacadas por lobos.
Al pensar encontrar otros pastos, otro modo de vivir, se caen por acantilados, otras mueren de sed en el desierto, o quedan atrapadas entre las espinas y mueren de hambre, en medio de tortuosos sufrimientos.
Siempre han visto mi amor hacia ellas y han visto que las trato bien, con dignidad, paciencia, ternura…
¿ Por qué insatisfechas huyen a otros rumbos y no quieren tener fe en mi ?
¿ Quién ha sembrado ese desorden en ellas ?
Bien lo sé, es aquel que mete cizaña en sus mentes y sus corazones para quitarlas de mi mano.
¡ Oh, rebaño tan atribulado !
Si sólo escucharas mi voz
¡De cuántos beneficios gozarías!
¡ TU FELICIDAD ESTÁ EN MI, AQUÍ Y AHORA !
¡ Yo soy el camino que te da vida, yo te hablo con la verdad, conmigo vive tu espíritu en plenitud !
Pero pobre rebaño mío, te ha tocado ser el blanco, del bien y del mal.
Así como tu pastor, siendo el bien supremo, tuvo que pasar momentos de dolor, malestar, amargura y cansancio, para salir vencedor, así tendrás que pasarlos tu, para vivir eternamente conmigo.
A PESAR DE TODO, TEN FE EN MI, PORQUE YO TE AMO Y SÓLO DESEO TU BIEN Y FELICIDAD ETERNA…
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