Libro Nuevo Horizonte

EL LIBRO QUE TE HARÁ PENSAR Y TAL VEZ ©

SER POBRE

Buceaba en el mar y al ir buceando se encontró un tesoro, un baúl lleno de monedas de oro, plata y piedras preciosas

¡ Cuantas cosas puedo hacer y comprar con este gran tesoro !

Mi economía familiar quedará solucionada.

Con ayuda de otros buzos sacaron el tesoro y efectivamente, a partir de ese momento, la situación económica ya no fue problema.

Este buzo quiso que su hijo mayor, soltero de 22 años administrara sus bienes materiales e inversiones, pero él no quiso.

¡ Hijo, por favor !  ¡ No valoras lo que te estoy dando como herencia !

Sí papá, pero quiero seguir otro camino, el camino de la pobreza, del desapego a lo material.

Pero hijo, no eres un ángel para vivir de puro aire, tendrás necesidades que cubrir.

 ¡ Piensa en tu futuro !  

¿ Cómo le vas a hacer ?  

¡ Dios proveerá , Papá !

¡Quiero ir en busca de lo espiritual !   

Hijo, puedes buscar lo que quieres, pero

 ¡ Toma esta oportunidad que te evitará muchos problemas en el futuro !

No papá, si no lo dejo todo, no podré empaparme de ese valor que busco, estaré distraído por lo material y no podré elevar con fuerza mi alma a lo espiritual.

El valor de la pobreza me exige dejarlo todo, para yo llegar a ser todo de Dios.

El papá se quedó frustrado, ante sus expectativas para con su hijo y el hijo se quedó incómodo de no poder corresponderle a su papá su gran deseo.

Este joven, tomó su mochila con lo indispensable para viajar y se fue en busca de vivir el valor de la pobreza.             

¿Para qué quería vivir ese valor?

Para dejarle el espacio a Dios y lo llenara de su amor y de su gracia.

¿ No fue suficiente el amor de su familia, su novia y sus amigos, para sentirse amado ?

El amor de ellos, por más que a él lo querían, no llenaban su corazón, tenía sed de un amor tan grande que llenara ese hueco en su corazón.

Un amor tan grande por el que estaría dispuesto a dar, una y mil veces su vida por ÉL.

Buscaba un amor perfecto, que en la humanidad no lo encontraba, pagaría el precio con su vida, con tal de llenarse de ese amor.

Un día, después de mucho caminar, se sentó en la calle del pueblo que iba atravesando y le dio hambre, comenzó a elevar su espíritu a Dios y le pidió de comer, no tardó alguna persona en ofrecerle algo, después de descansar, siguió su camino, llegó al campo y bajo un árbol todo era silencio.

El silencio comenzó a abrir la puerta de la comunicación con Dios, fue en el silencio donde comenzó a oír la voz de amor, que lo había motivado a dejarlo todo para llegar a ese encuentro.

De pronto le sobresaltaban miedos y dudas de estar haciendo lo correcto y no estar huyendo de sus responsabilidades familiares, pero esos momentos de oración, de comunicación con Dios, lo fortalecían, en la convicción de estar en el camino correcto, pues no era fácil pasar hambres, a veces soledad y carencias materiales, para encontrar el mayor tesoro.

Dios lo fue iluminando y fortaleciendo.

Después de un tiempo, regresó a su casa, con el rostro radiante de alegría y satisfacción.

En todo ese tiempo, tuvo quien lo ayudara en sus necesidades básicas, para encontrar lo que tanto buscaba y así fue.

Al regresar a casa, se dio cuenta que apenas había experimentado, el principio de esa relación amorosa con Dios.

Se decidió servir a su familia, aceptando lo que su papá le ofrecía, pero no como el mayor tesoro que recibía, sino solo como un medio para servir con amor, porque de esa manera se iba llenando de la Gracia y el amor de Dios…

 

..

LEER NUESTROS ESCRITOS

Translate »