SENDERO DE FELICIDAD
Había un joven muy serio, a quien lo comenzó a seguir una chica de clases.
Él tenía muchos problemas en su casa y andaba en busca de felicidad.
Un día que todo el grupo fue al observatorio, al ver las estrellas, él le preguntó a ella :
¿ Qué habrá en otros planetas ?
Siguió comentando :
En todo el cosmos puede haber muchas posibilidades, tal vez unos planetas sean de puro metal, tal vez otros estén cubiertos totalmente de agua o de nieve, algunos serán demasiado porosos y tendrán infinidad de cuevas, muchos más han de ser puro desierto y otros tantos han de ser bolas candentes con volcanes a diestra y siniestra.
Su amiga bromeando le comentó :
Tal vez haya algunos de queso, pero imagínate el tamaño de las vacas
¡ no lo puedo creer !
El seguía cuestionándose y le preguntaba a ella :
¿ Tu crees que haya vida en otros planetas ?.
Su amiga seguía bromeando :
Yo creo que sí, el otro día soñé que me casaba con un marciano.
El comenzó a seguir la broma :
¿ Se casarán en otros planetas ?
(Ella) No sé, pero te aseguro que no quiero tener de suegro a un marciano.
El volvió a preguntar:
¿ Qué comerán los marcianos ?
(Ella) con seguridad lunas de queso.
El comenzó a sonreír y le hizo la última pregunta :
¿ Tú crees que algún animal puede llegar a Marte ?
(Ella) ¿ a Amarme ? Espero que no, con el marciano ya tuve demasiado.
Aquí soltaron la risa los dos.
Cada encuentro que tenían, no podían platicar en serio.
Vivían una constante broma, pero él comenzó a darse cuenta que no era necesario salir de la Tierra y conocer las galaxias para ser feliz.
La felicidad ya había brotado en la amistad de los dos…
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