CONFIANZA
Fue adoptada con amor, pero ella guardaba muchos temores, era introvertida.
Sentía la agresividad del mundo que la rodeaba y no se animaba a compartir sus sentimientos, solamente los vivía en su silencio.
Muchos notaban esa actitud de ella, más de alguna persona perceptiva, notaba su forma de ser sencilla e inteligente y no respondía con agresividad a malos tratos que a veces recibía.
Ella misma, no tenía muy claro cuáles eran sus temores.
Tal vez el temor principal era exponerlos a la burla y al menosprecio de los demás, ya que para ella eran muy valiosos.
No fuera a suceder, que los demás la llegaran a convencer, que hasta para ella misma, no valieran sus propios sentimientos.
Tenía la intuición de encontrar la felicidad a través del amor verdadero.
Esto sería un gran tesoro para ella.
Su nueva mamá, era muy comprensiva.
Era la única persona que le inspiraba confianza, para depositar en ella lo que mantenía escondido.
Sentía la necesidad de comunicar ese gran tesoro, sentía por naturaleza la necesidad de compartir.
Un gran apoyo fue esta madre para su hija adoptiva.
Gracias a ella, pudo descubrir, crecer y madurar todos esos sentimientos, que como botones de rosas se iban abriendo uno a uno, dando su fruto en la belleza perfumada y pura, que despedía desde su corazón a su medio ambiente.
Sólo así fue posible abrir paso a la madurez, de una vida de armonía, gozando de paz en el amor, ya sin timidez, ya sin temores, para servir después a los demás, con toda seguridad…
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