CARTA DE AMOR

Tus bellos ojos me miraban, un escalofrío amoroso recorrió mi cuerpo, como si mi alma se uniera a la tuya.

Me sentí especial, pues al verte y al conocer tu forma de ser, me gustaste.

Me sentí correspondido con tu dulce sonrisa.

Nunca me había sentido envuelto en ese misterio de Amor.

Era la primera vez que me enamoraba y la definitiva, porque contigo consumé mi vida hasta los últimos días.

¿ Acaso mi destino estaba enviando ondas de rebote a mi corazón, a través de tu mirada ?

¿Acaso la química armónica, tocó su sinfonía al encontrarnos los dos?

Un gran misterio me envuelve.

No alcanzo a comprender ciertos pensamientos, como el hecho de que nunca habíamos existido y de pronto, parecería que desde la eternidad Dios nos destinó, para encontrarnos libremente uno para el otro.

Formamos una familia y fuimos muy felices, gracias a Dios que unió y sostuvo nuestro matrimonio encomendado a ÉL.

¿ Sería la divina predestinación ?

¿ Sería la coincidencia, la química o la identificación ?

Solo sé que te amo y que tú me amas y que eso me hace muy feliz.

GRACIAS POR TU AMOR.

Cuando voy caminando por la calle y pasa una hermosa mujer, me acuerdo de ti, pienso y confirmo mi decisión de amarte con fidelidad, porque el caudal de vida parece que apenas comienza, después de tantos años de conocerte.

Nuestro amor se hace más sólido y fuerte.

Por lo que hemos vivido y compartido, fuera mucho o fuera poco, no te cambiaría por nada ni nadie, porque eres mi regalo del cielo, que yo decidí tomar.

Eres y serás mi ayuda en mi camino al cielo, TE AMO.

Recibe un beso y un abrazo cariñoso, con respeto y admiración, para siempre llevarte de la mano y en mi corazón, para juntos con nuestros hijos, llegar a Dios…

 

 

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