CAMINOS DE PAZ
Estoy sentado en la playa, tranquilo, con un clima delicioso, descalzo, con mis pies tocando la arena y mi vista en el horizonte, el momento ideal que busqué y logré estar aquí, gozando de este momento de tranquilidad, sin prisas ni momentos que desvíen mis pensamientos en preocupaciones y no me dejen estar en este tiempo deseado.
Aquí estoy y aquí quiero estar, pasa una gaviota y contemplo su vuelo, rompe una ola y admiro su belleza, llega el atardecer y me lleno de tranquilidad y alegría.
Mis sentidos y mis emociones no son interrumpidos por algo negativo, todo es armonía.
¡ Cómo deseo estos momentos a perpetuidad !
¿ Que será necesario ?
¿ Desafanarme del mundo en que vivo ?
No, traería graves consecuencias en este momento : Mi trabajo, mi familia…
¿ Entonces, que debo hacer para llevar en mi interior, estos momentos de vivencia plena a donde quiera que vaya, sin que sean interrumpidos ?
¡ Parece una utopía ! Pero entonces
¿ Cómo le hacen esas personas que veo ecuánimes a pesar de sus responsabilidades ?
¿ Será que lo que hacen les gusta o si lo hacen a pesar de que no les gusta ?
¿ Cómo conservan su paz interior ?
¡ Será bueno preguntarles !
Un día se dio la tarea de entrevistar a esas personas que admiraba en su forma de ser y a esas personas que veía con un rostro que transmitía paz, personas con actitudes positivas y alegres.
Disculpe : ¿ Le puedo hacer una pregunta ? Sí, dígame.
Veo que usted es una persona muy ocupada y con responsabilidades, y a pesar de eso la veo tranquila y sonriente
¿ Cómo le hace o en qué piensa para estar así ?
¿ Usted no se desespera ?
En ocasiones sí me desespero, pero me autocontrolo y trato de dar solución a ese problema y cuando no puedo darle solución, le pido ayuda a Dios.
Después de entrevistar a varias personas, me di cuenta que unas ponían su confianza en Dios, otras en su autocontrol e iniciativa propia, otras en su seguridad económica o política y así cada una de esas personas tenían un motivo diferente a los demás, pero después me di cuenta que cuando ese motivo se veía amenazado, cambiaban su personalidad y después eran irreconocibles, actuando muy diferentes a la situación actual.
Regresé a la playa y el mar me bañaba los pies
¿ Cuál será el motivo más firme y seguro para que no nos tumbe cualquier situación ?
Porque si la tranquilidad se pone en el dinero
¿ Qué pasa cuando este falta ?
O si se pone en la política
¿ Qué pasa cuando hay fraudes ? Etc. Etc.
¿Cuál es la piedra sólida que me asegure la perpetuidad de la paz y tranquilidad en momentos difíciles ?
No encuentro una respuesta.
Estoy en paz y me siento tranquilo.
¿ No es lo mismo una y otra ?
No, la paz es un Don de Dios y la tranquilidad solo es un sentimiento.
¿ Por qué estás es paz ?
Estoy en paz gracias a Dios, porque en mi conciencia está haber hecho su voluntad.
Cuando fui rebelde mis pensamientos se precipitaban, era como una energía negativa que me impulsaba a tomar decisiones en sentido contrario al camino de la paz, aunque era la paz la que buscaba.
Tenía una visión distorsionada que me impulsaba a dar soluciones equivocadas con apariencia de bien.
¿ La visión me engañó ?
No fue la visión, fue el maligno que me insinuó esa falsa visión, que me haría perder la paz.
La visión maligna encerraba el engaño de buscar la paz donde no la hay, todo por ignorancia y falta de humildad.
¿Soy responsable de ser engañado?
Sí, pues siempre hay un aviso de no seguir un camino o un aviso de alerta, cuando se inicia el error.
Aún más, está la herramienta de la oración y la humildad para reconocer el error y poderlo enmendar.
Si no hubiera ley antes de comenzar, no habría responsabilidad, pero habiendo ley, soy responsable de mis actos.
El soberbio no hace caso a esos avisos, ni ha tomado la herramienta de la humildad, por eso sus caminos lo afligen y pierde la paz.
Fui humilde, pedí perdón, fui perdonado y recuperé la paz.
Por eso puedo contemplar la belleza de la vida, me puedo comprometer con ella y dar buenos frutos, gracias a la misericordia de Dios.
No viviré afligido por mis errores, solo los tomaré en cuenta para no volver a caer en ellos y vivir con la fuerza, la alegría y el gozo de caminar con humildad, en caminos de verdad, de justicia, de luz y de paz que Dios nos da…
Por eso cuando camino los caminos de Dios, tal vez pueda por un momento perder la tranquilidad, pero no pierdo la paz en mi corazón…