PRIVILEGIADA
Ibeth, una chica guapa se sentó en una silla, sobre una tarima, mientras el director de la academia la presentaba como la elegida para la obra de teatro, programada a nivel internacional.
Esta chica se sintió privilegiada.
El mismo director, en otra academia distinta, eligió otra chica para la misma obra y así recorrió varias academias asociadas, seleccionando a la mejor chica por academia, en total seleccionó 20 chicas hermosas para esta obra de alto nivel competitivo.
Cada una de estas chicas ignoraba, que de otras academias iban a participar en la misma obra.
Cada chica se sentía muy especial por haber sobresalido sobre sus compañeras en su academia, después de pasar muchas pruebas de perfección en su actuar.
Se llegó el día en que juntaron a todas en un teatro, para ser presentadas y se conocieran entre ellas.
El sentimiento de privilegio que había en Ibeth, se vio menguado al ver que otras 19 chicas estaban a su mismo nivel.
Ese sentimiento le trajo un sabor desagradable al no verse privilegiada como antes, que fue elegida en su academia, ante sus otras compañeras.
Entonces se puso a pensar
¿ Que me pasa ?
¿ Por qué me siento así ?
Nada he perdido, voy por el camino correcto.
Entonces ¿ Que me hace sentir así ?
De sentirme exclusiva y privilegiada, de pronto
¡ me siento una más del montón !
¿ y eso qué ?
¡ No he perdido nada !
y esta chica trataba de ser positiva en sus pensamientos para guiar a sus sentimientos.
¿ Será que al sobresalir de las demás me siento más importante y junto con otras me siento menos importante ?
¿ Porqué ? ¿ Será mi egoísmo ?
¿ Tendré la necesidad de ser reconocida ?
Pero si ya fui reconocida
¿ No me bastó con eso ?
¿ Acaso siempre quiero estar por encima de las demás ?
Empezaron a conocerse estas 20 chicas, a convivir y a organizarse, mientras, Ibeth se daba cuenta de que otras chicas estaban felices sin ese sentimiento que a ella le había llegado.
Después de un rato, llevaron en un autobús a todas para conocer la nueva cuidad que visitaban, fueron a un restaurante y después las alojaron en un lujoso hotel y les dieron tiempo libre para bañarse en la alberca, irse de compras o descansar.
Ibeth prefirió descansar, pues las emociones, cuando son fuertes llegan a agotar el cuerpo.
Se durmió un rato y luego fue a la cafetería y se preguntó :
¿ Porqué le doy tanta importancia a mi estatus de ser reconocida para sentirme privilegiada ?
Si miro para abajo, me siento privilegiada y si miro hacia arriba, veo que muchas me superan., entonces
¿ Que debo hacer para sentirme siempre feliz y privilegiada, esté arriba o abajo ?
Y mientras pensaba la respuesta, fue y se compró un vestido y zapatillas a su gusto.
Al día siguiente siguió el convivio en el teatro y los ensayos por la tarde; ya libres, se fue a un parque y al observar a las palomas, se le venían varios pensamientos :
¿ Mis sentimientos son títeres de las situaciones externas ? o
¿ Que haré para que mis sentimientos permanezcan en forma positiva ante las adversidades ?
Y al ver que una paloma bajaba del árbol, a comer las semillas del suelo, le llegó una voz interna que la invitaba a dar lo mejor de sí misma.
¿ Dar lo mejor de mí misma ?
Sí, ¡ Dar lo mejor de mí misma !
La que tiene 10 y solo da 7, se siente insatisfecha y la que tiene 5 y da 5, se siente plena porque
¡ Lo ha dado todo ! Nadie da lo que no tiene, yo no escogí ser mujer, ni nacer de estos papás,
ni en este tiempo actual, ni en la ciudad que nací…
Pero si amo mi realidad y doy lo mejor de mí misma
¡ ya no tiene importancia lo externo, que no depende de mí !
Saltó de gusto en el parque y fue con sus compañeras a invitarlas a una nieve.
Después de un tiempo, la obra se presentó al público en el majestuoso teatro, donde ya no había cupo para más personas.
La obra fue un éxito, fueron premiadas con un viaje para cuatro personas, al destino que cada una escogiera.
Al llegar a la habitación del hotel, se puso a pensar :
Nadie escogimos tener 10 talentos, 5,3 o 1, se nos dio diferente a cada una.
¿ La que tiene 10 es más feliz que la que tiene 3 o 1 ?
¡ NO ! La felicidad es un DON que Dios nos da, al hacer su voluntad.
Yo he visto presidentes con cara triste y niños que ríen a carcajadas.
En seguida se preguntó : Dios a la que le dio 10 talentos
¿La amó más que a la que le dio 3 o 1?
¡ NO ¡ Cada una es amada con un amor infinito, porque Dios es infinito y nosotras somos como un teclado de un piano, a todas nos llega la misma fuerza para que cada una toque el tono grave o agudo, que le tocó tocar y así, entre todas las notas, se compone una sinfonía, porque si todas las teclas sonaran igual, no se podría componer la sinfonía, de esa manera, cada tecla con su tono, es exclusiva y privilegiada, al formar parte de ésta sinfonía.
Ningún otro tono la puede suplir, por eso la tecla grave no vale más que la aguda o viceversa, todas son una MANIFESTACIÓN del AMOR de DIOS en cada una y éstas, al tocar lo mejor que pueden, son un TESORO PREDILECTO de DIOS.
Con este pensamiento, Ibeth caminó segura, sin envidia, ni altanería, simplemente caminaba en paz y alegre, sintiéndose PREDILECTA de DIOS…
En ese sentido, con ese sentimiento, aprovecharía la oportunidad de dar lo mejor de sí misma, pues ya no necesitaba estar sobre las demás.
Las demás ya no eran una referencia para sentirse privilegiada o no.
La referencia para sus sentimientos, era ella misma, en relación a HACER LA VOLUNTAD de DIOS y dar lo mejor de sí misma con los talentos que ÉL le dio con TODO SU AMOR…