LA TENTACIÓN
Trataba de discernir, entre lo que le atraía y lo que no le convenía para su salvación, a pesar que le gustaba.
Lo que no le convenía, pero le atraía, era una verdadera tentación.
Él deseaba comprar una lancha para poder trabajar de pescador en el mar y a través de ese trabajo, mantener a su familia, integrada por su esposa y tres hijos.
Eran pobres y esa ilusión lo motivaba para buscar los medios y hacerse de ella.
Se le acercó un señor y le dijo:
¿ Quieres comprar una lancha ?
( Joven ) Sí, pero no tengo dinero.
( Sr.) No te preocupes, yo te ayudo para que pronto la puedas comprar.
( Joven ) ¿ Cómo me ayudarías ?
( Sr. ) Es muy sencillo, distribuye esta droga y serás mi distribuidor, yo te mandaré interesados y listo, no tienes que esforzarte mucho.
Sirve como medicina, ya sea untada o fumada, sirve como antídoto contra el estrés, relaja el sistema nervioso.
( Joven ) ¡ Pero eso es inducir a la gente a un vicio !
( Sr. ) No te preocupes, no es adictivo, cuando la quieran dejar, lo harán.
Piénsalo y mañana te busco.
Este joven se quedó pensativo, por una parte, veía la oportunidad económica de salir de su problema y por otra parte veía que la gente podía caer en un vicio y aunque el sr. Le decía que no era adictiva, sabía que la adicción, tal vez no era en el producto, sino en la actitud de quien la fumaba..
Tal vez sería un medio para ahogar la soledad, la depresión o el estrés y se recurriría a ella, como una solución fácil, cada vez que estos síntomas se presentaran. Esto sería el principio del mal hábito.
Si no fuera ésta solución fácil
¿ Que otro medio pudiera ser ?
Bien lo sé : Buscar las causas por las que se hacen presentes estos síntomas y darles solución.
Sería tanto igual que un Doctor recete al paciente para controlar los síntomas o irse a la raíz de la enfermedad para curarla definitivamente de fondo; de otro modo, los síntomas podrán desaparecer por un rato, pero después regresan una y otra vez y tal vez con mayor intensidad, entonces no bastará esa medicina, necesitará una más fuerte y ahí se va, hasta que la naturaleza cobra su factura.
¿Que solución habrá de fondo, de raíz, para los que quieren drogarse?
¿ Les falta amor, libertad, ilusión, visión trascendental, solución a sus fracasos, frustraciones ?
¿ Qué ser humano, no pasa por alguna carencia ?
Sin embargo, por la educación en las virtudes que he recibido y yo he decidido ejercitarlas, no necesito de este calmante, he podido dar solución por otros medios, que no esclavicen mi voluntad, por ejemplo :
Buscar una guía espiritual, reflexionar, mucha oración y actitudes contrarias ¿ Contrarias ?
Sí, dando amor es como se recibe, perdonando es como se recibe perdón, escuchando es como podemos ser escuchados
¿ Esto es difícil de creer !
Sí, no es fácil, pero es muy satisfactorio y auto realizante.
A pesar de estos pensamientos nobles, para este joven la tentación seguía latente.
¿ Seré congruente con lo que pienso o accederé a eso para pronto solucionar mi problema ?
En este conflicto interno, se encerró y se puso a orar con Dios.
¿ Cómo me sentiría después de haber accedido ?
Me imagino, por una parte, tranquilo por lo económico pero, por otra parte, con dinero no compraría la paz que tú me das, Dios mío.
Al día siguiente, el señor de las drogas lo buscó y le preguntó :
¿ Entonces qué muchacho, le entras o no le entras ? ¡ NO SEÑOR !
¿ Por qué ?
Por motivos personales.
¡ Te la pierdes muchacho !
Sí, pero no pierdo la paz interior que Dios me da por buscar un bien supremo.
DIOS, que todo lo ve, le ayudo de otra forma a este padre de familia y nunca les faltó lo indispensable para caminar en este mundo, hacia la vida eterna que DIOS ofrece a los que confían en Él…