DIOS HABLA EN EL SILENCIO
¡ Háblame Señor, háblame ! Todo era silencio, pero él insistía
¿ Por qué no me hablas señor ?
Esta persona quería que Dios le hablara tan claro y fuerte como de humano a humano,
se desesperaba porque de inmediato quería que Dios le solucionara sus problemas y tomara decisiones que a ella le correspondían.
Tuvo que pasar mucho tiempo, hasta que comprendió que, en el silencio interior, es donde habla Dios y por la puerta de la humildad.
Fue cuando una luz se abría en su espíritu, el Don del entendimiento para ver las cosas desde otro nivel, desde la perspectiva de Dios.
¿Quién va a entender los planes de Dios, cuando todo va en contra de nuestros propios intereses ?
Aunque haya humildad y silencio, aun así no entenderemos los planes de Dios en algunas cosas.
Entonces ¿ Que debemos de hacer, si lo que queremos, no nos lo concede ?
Tener Fe en ÉL, Él nos ama y nos da lo mejor para nuestra santificación y nuestra salvación.
Por eso la obediencia es indispensable, somos ovejas en medio de desfiladeros y de barrancos, donde nos podemos perder muy fácil.
Dios es nuestro pastor para llevarnos a prados verdes, donde podamos reposar, pero
¿ Quién cree en esto ?
Solo aquellos humildes corazones que con Fe, en su silencio interior le dicen a Dios :
¡ HÁBLAME SEÑOR PARA HACER TU VOLUNTAD !
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