ERA FEA
Físicamente estaba fea, reconocía ella misma que no era bonita, le hubiera gustado ser hermosa y ser centro de atracción de muchas miradas.
Trataba de arreglarse lo más que podía para disminuir ese impacto visual desagradable.
Como las ostras del mar, ésta fue la causa, que por una basurita se formó la piedra preciosa en el interior.
Ésta causa la inclinó a conocerse más y preguntarse
¿ Quién soy yo ?
¿ Porqué Dios me hizo así ?
Si Dios nos hizo por amor
¿ Cómo debo de descubrir su amor en mí ?
¿Porqué su amor en mí, lo envolvió con este cuerpo físico desagradable?
A veces lloraba por ver la evasión de miradas hacia ella, se sentía despreciada en toda su persona, pero reflexionó y se dijo
¿ Hasta cuándo seguiré sintiéndome mal por esta situación ?
Alzó su mirada al cielo y dijo
¿ Dios mío que debo de hacer ?
Un día caminando por la calle, vio un señor sin piernas y apreció las suyas, más adelante vio un niño ciego y apreció sus propios ojos, en seguida vio una señora muy hermosa físicamente, pero con un lenguaje ofensivo y una actitud altanera, creyéndose más que otras personas y no le gustó esa forma de ser.
Cuando llegó a su casa, su mamá la recibió como siempre, con una sonrisa y un beso en la mejilla.
Después de lo que vio en la calle y ver a su mamá, se preguntó así misma
¿ Quién quiero ser ?
Dependeré de mi físico para sentirme mal ? o
¿ Dependeré del amor que Dios me tiene y de las personas que me aman para sentirme bien ?
Claro está que me quiero sentir bien, ya me cansé de sentirme mal.
Descubrió que el amor la hacía sentirse bien y también cuando ella daba amor y alegría, había empatía con las personas y se sentía aceptada y realizada.
Desde entonces empezó a trabajar más en su interior, las actitudes que la fortalecían en el amor de Dios, para dar amor a los demás, así fue creciendo esa perla preciosa en su interior.
Un día se sorprendió que un muchacho la comenzó a buscar para tener una amistad con ella, de pronto la sorpresa y los miedos la invadieron, pero el muchacho con prudencia, no dejó de insistir, pues había descubierto en ella, lo que muchos no veían, Una hermosa mujer envuelta en un cuerpo, que para él no era impedimento para valorar lo más hermoso de ella, su corazón…
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